viernes, 30 de marzo de 2012

LOS AUSTRIAS Y LOS BORBONES

La muerte de Isabel la Católica supuso una pérdida irreparable para la unidad de España. Pese a ello, cuando Carlos I y V de Alemania accede al trono en 1516, hereda un vasto imperio. Carlos I se ve obligado a afrontar durante todo su reinado, y como causa de la reforma que lideró Martín Lutero, continuos conflictos bélicos entre católicos y protestantes. En 1596, abdicó en su hijo Felipe II. Defendió a ultranza el catolicismo en sus Estados. A este soberano le sucedieron Felipe III, Felipe IV y Carlos II. La casa de los Borbones llega a la corona española en 1700 cuando Carlos II, de los Austrias, muere sin descendencia y desata una guerra interna por la sucesión que se prolonga hasta 1714. Finalmente, se impone Felipe V como soberano de España y primer rey Borbón. Carlos III, modernista donde los haya, fue uno de los monarcas de la casa de los Borbones que más contribuyó al esplendor de España. Saneó el país y lo abrió a las corrientes culturales europeas. Tras finalizar la guerra de la Independencia contra Napoleón, el rey Fernando VII (1784-1833), nieto de Felipe V, es recibido de su exilio con fervor por el pueblo español. Sin embargo, desde que el monarca restauró el absolutismo, su popularidad entre los liberales se resquebrajó. Se casó cuatro veces pero sólo tuvo dos descendientes. Las hijas Isabel II, futura reina de España, y Luisa Fernanda.


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